Comienza tu primer día en Alicante en la emblemática Plaza de los Luceros. Esta plaza, situada cerca de la estación de tren, es conocida por su fuente central y es el corazón de muchas celebraciones locales, incluyendo las famosas Hogueras de San Juan en junio. Pasea por la plaza y disfruta de su ambiente vibrante.
Dirígete al Barrio de Santa Cruz, un encantador distrito en el corazón de Alicante. Este barrio, con sus casas de fachadas blancas y calles estrechas, te transportará a un típico pueblo andaluz. No te pierdas la Calle Diputado Auset, desde donde podrás obtener vistas increíbles del Castillo de Santa Bárbara.
Sube al Castillo de Santa Bárbara, una de las atracciones más importantes de la ciudad. Este castillo, situado en el monte Benacantil a 166 metros de altura, ofrece vistas panorámicas de toda la ciudad y el mar Mediterráneo. Puedes llegar caminando, en taxi o en el ascensor desde la Playa del Postiguet. No olvides explorar sus antiguas murallas y disfrutar de una cata de vinos locales.
A medio camino entre el Barrio de Santa Cruz y el Castillo de Santa Bárbara, se encuentra el Parque de la Ereta. Este espacio verde es ideal para descansar y disfrutar de las vistas de Alicante a vista de pájaro. Aquí también podrás apreciar la famosa Cara del Moro en la ladera del monte Benacantil.
Empieza tu segundo día relajándote en la Playa del Postiguet, la playa urbana más popular de Alicante. Con sus aguas claras y su cercanía al centro, es perfecta para un baño matutino. Si te gusta la aventura, prueba actividades acuáticas como el flyboard o el parasailing.
A pocos minutos de la playa, encontrarás la Explanada de España, un paseo marítimo bordeado de palmeras y decorado con un mosaico de teselas que simulan olas del mar. Este paseo es ideal para una caminata tranquila, disfrutando de los puestos de artesanía y las vistas al puerto deportivo.
Visita el Mercado Central de Alicante, un edificio de estilo modernista que alberga una gran variedad de puestos de alimentos. Este mercado es conocido por sus productos frescos, especialmente pescados y mariscos. Es un lugar perfecto para probar la mojama de atún o el turrón de Jijona. Este paseo es ideal para una caminata tranquila, disfrutando de los puestos de artesanía y las vistas al puerto deportivo.
Termina la mañana en la Concatedral de San Nicolás de Bari, el principal templo religioso de la ciudad. Esta iglesia, construida en el siglo XVII, destaca por su impresionante cúpula azul y su elegante interior. La entrada es gratuita, pero asegúrate de verificar los horarios de apertura.
Si tienes tiempo, considera una excursión a la Isla de Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana. A solo 20 kilómetros de Alicante, esta isla ofrece playas de aguas cristalinas y un valioso conjunto histórico. Puedes llegar en ferry desde el puerto de Alicante.
La Plaza de Gabriel Miró es uno de los rincones más coquetos del centro. Con su fuente llamada La Aguadora y grandes ficus que proporcionan sombra, es un lugar perfecto para relajarse. Aquí también encontrarás la antigua casa de correos, un edificio con elementos modernistas.
El Teatro Principal de Alicante, inaugurado en el siglo XIX, es otro punto de interés. Aunque parece un edificio de estilo clásico, su fachada neoclásica fue restaurada tras la Guerra Civil. Si tienes la oportunidad, asiste a una obra de teatro o un espectáculo.
La Basílica de Santa María, construida entre los siglos XIV y XVI, es la iglesia más antigua de Alicante. A lo largo de su historia, ha sobrevivido a incendios y guerras, y hoy en día se puede visitar por un precio módico que incluye una audioguía.
Alicante es famosa por su gastronomía. No te pierdas la Taberna del Gourmet, conocida por sus tapas y platos tradicionales. Otros lugares recomendados incluyen Nou Manolín y La Ereta, que ofrecen menús de degustación con ingredientes locales.
Para disfrutar de la vida nocturna, dirígete al Barrio Antiguo, donde encontrarás una gran variedad de bares y pubs. El Portal Taberna & Wines es un lugar popular para comenzar la noche, seguido por locales como Desafinado House Club.
La mejor época para visitar Alicante es en primavera y otoño, cuando las temperaturas son agradables y hay menos turistas. Sin embargo, si deseas disfrutar de las playas y festividades como las Hogueras de San Juan, el verano también es una excelente opción.
Moverse por Alicante es sencillo. Puedes caminar por el centro histórico y usar el tram para llegar a las playas más alejadas como San Juan o El Campello. Los taxis y autobuses son también opciones convenientes.
Para una experiencia céntrica, considera hospedarte en el Hotel Meliá Alicante, situado entre la Playa del Postiguet y el puerto. Otra opción destacada es el Gran Hotel Sol y Mar, conocido por sus vistas panorámicas de la ciudad.