La isla de Tabarca es un paraíso para los amantes del snorkel. Sus aguas cristalinas permiten observar una increíble diversidad de vida marina, desde pulpos y estrellas de mar hasta erizos y peces de colores. No olvides tus gafas de snorkel y disfruta de esta actividad en cualquier época del año.
Tabarca fue declarada la primera reserva marina de España en 1986. Bucear en sus aguas es una experiencia mágica, donde podrás descubrir fascinantes fondos marinos llenos de posidonia, caballitos de mar y hasta langostas. Explora las profundidades de la isla y déjate maravillar por su biodiversidad.
Para una experiencia única, alquila un barco y navega alrededor de la isla. Podrás disfrutar de vistas espectaculares y acceder a calas y rincones escondidos que de otra manera serían inaccesibles. Esta es una opción perfecta para aquellos que buscan una aventura privada y personalizada.
Remar en kayak es una de las actividades más populares en Tabarca. Explora la isla de manera diferente, navegando por sus tranquilas aguas y descubriendo cuevas y calas a tu ritmo. Es una excelente forma de combinar ejercicio físico con disfrute natural.
Disfruta de un día de pesca en un charter especializado y captura experiencias únicas en las aguas de Tabarca. Si prefieres algo más emocionante, prueba el parasailing y obtén vistas espectaculares de la isla desde el aire. Ambas actividades garantizan una dosis de aventura y diversión.
El puerto de Tabarca es el primer punto de bienvenida a la isla. Aquí encontrarás embarcaciones de todo tipo, desde barcos pesqueros hasta yates de recreo. Es el lugar perfecto para comenzar tu visita y disfrutar del ambiente marítimo.
La playa de Tabarca es la más grande de la isla y está situada cerca del puerto. Con sus aguas transparentes y arena fina, es ideal para relajarse y disfrutar del sol. Aunque es una de las playas más concurridas en verano, su belleza la convierte en un destino imperdible.
El museo Nueva Tabarca, situado cerca de la playa, ofrece una visión completa de la historia y el estilo de vida de la isla. La entrada es gratuita y cuenta con exposiciones audiovisuales que te ayudarán a comprender mejor este maravilloso lugar.
La torre Sant Josep, construida en 1790, es una antigua torre militar que no se puede visitar por dentro, pero su entorno es ideal para pasear y disfrutar de la tranquilidad de la isla. Es un punto de referencia histórico que merece la pena visitar.
El faro de Tabarca, construido en 1854, actualmente funciona como laboratorio de reserva marina. Su ubicación, rodeada de calas y acantilados, ofrece un entorno espectacular para tomar fotografías y disfrutar de la naturaleza.
La punta Falcon es uno de los extremos menos transitados de la isla. Aquí encontrarás paz absoluta y vistas impresionantes de los islotes cercanos. Es un lugar perfecto para desconectar y contemplar el mar.
La iglesia de San Pedro y San Pablo, de estilo barroco, es la única iglesia de la isla y aunque es probable que la encuentres cerrada, su ubicación y arquitectura la convierten en un lugar especial para visitar.
Las murallas de Tabarca datan de tiempos en que la isla necesitaba protección contra los piratas. Declaradas Bien de Interés Cultural, sus tres puertas de acceso ofrecen vistas pintorescas y son un testimonio del pasado histórico de la isla.
La plaza Mayor de Tabarca es el corazón del pueblo, rodeada de casas pintadas en blanco y colores pastel. Pasear por sus calles estrechas y descubrir sus encantos es una experiencia que no te puedes perder.
La cala del Francés, también conocida como cala de la Guardia, es una pequeña cala fotogénica cerca de la plaza Mayor. Sus aguas claras la hacen ideal para el snorkel y es uno de los lugares más demandados por los visitantes.
La isla está llena de leyendas y mitos, siendo los cantos de sirena una de las historias más populares. Sumérgete en la cultura local y descubre las historias que han dado forma a la identidad de Tabarca.
La vida marina en Tabarca es extraordinaria. Gracias a la protección de su reserva marina, la isla es hogar de una amplia variedad de especies marinas que puedes observar tanto en snorkel como en buceo.
Desde su origen como base de piratas berberiscos hasta su transformación en una reserva marina protegida, la historia de Tabarca es fascinante. Aprende sobre su evolución y los eventos que han marcado su desarrollo.
El caldero de Tabarca es el plato más típico de la isla. Consiste en pescado acompañado de arroz cocido en su propio caldo, y es una delicia que no puedes dejar de probar. Disfruta de este manjar en los restaurantes locales.
Recomendamos La Muralla y Casa Gloria para disfrutar de la gastronomía local. Reserva con antelación y pide mesa en la terraza para disfrutar de las vistas al mar mientras degustas platos tradicionales.
Aunque la isla es pequeña, ofrece varias opciones de alojamiento. El hotel Santacreu y el hotel La Trancada son excelentes opciones para quienes buscan comodidad y vistas al mar. Reserva con antelación, especialmente en temporada alta.
Para evitar la masificación turística, visita la isla en temporada baja. Reserva tu alojamiento con antelación para asegurar disponibilidad y mejores precios. Disfruta de la tranquilidad y belleza de Tabarca sin las multitudes del verano.
La mejor época para visitar Tabarca es a finales de primavera o principios de otoño, cuando el clima es agradable y hay menos turistas. En invierno, la isla ofrece un remanso de paz perfecto para desconectar.
La única forma de llegar a Tabarca es en barco. Los ferries salen desde Santa Pola, Alicante, Guardamar, Benidorm y Torrevieja. Te recomendamos tomar el primer ferry de la mañana y regresar en el último de la tarde para aprovechar al máximo tu visita.
Respeta el entorno natural y contribuye a la conservación de este paraíso.